IMAGEN DE UN GUÍA

LA IMAGEN DE UN GUÍA
Por Conny Méndez

Yo sé (porque pasé por allí mismo) que cuando comenzamos a conocer los resultados sorprendentes en nuestras vidas, nos sentimos impulsados a divulgar la enseñanza para que todos obtengan los mismos resultados. Este deseo está en la Ley.

Comprueba que nos amamos unos a los otros y está muy bien que iniciemos a aquellos que nada saben, como también prestar ayuda a nuestro instructor o Guía en la iniciación de los principiantes que se le acumulan, pues se hace imperativo ir separando los novicios de los que desean adelantar más. Pero de allí a que te conviertas en un Guía simplemente porque simplemente se te forma un grupo en contorno…hermanito, oye bien, porque lo que te voy a decir es de altura, aunque parezca elemental: para tu propia tranquilidad, repítele a todo el que te lo oiga “No soy un Maestro, Aunque a ser Guía, pero por el momento soy un simple asistente de Instructor”. Primeramente porque “POR TUS FRUTOS TE CONOCERAN” y no es bueno darle oportunidad a aquellos que pueden observar tus “FRUTOS” a que te juzguen negativamente, ya que así te formarán “imágenes” que te serán muy difíciles de soltar sin la ayuda de un Maestro, mucho más adelante. Segundo: es mucho más cómodo pasar humildemente desapercibido mientras aprendes lo necesario para enfrentarte a las grandes y duras obligaciones de un Guía, una de las cuales es la de tener que “drenar” personalmente las vibraciones negativas que te dejan encima todos los que te “admiran” todos los que te “endiosan”, todos los que buscan que tú les hagas “trabajos” y todos los que se te abalanzan para besarte en todas las oportunidades. ¡Ese “drenaje” es a veces terrible!

Con respecto a tus frutos: “Primero: Si tu estas sin trabajo, si tienes problemas de dinero, si tienes que vivir pidiendo prestado para cubrir emergencias graves (y muchos los hay que se ven envueltos en juicios legales), aún no has hecho el esfuerzo de aprender de memoria los «Cheques al Portador»”. ¿Cómo vas a pretender  enseñar a los que vienen a consultar esos mismos problemas?

Segundo: Si tienes desarmonías y desavenencias con tu esposo o esposa, con tus hijos, familiares, compañeros de trabajo, etc., ¡cuán poco sabes de la Fórmula Infalible, o sea el Tener Capítulo del Librito Nº 1! Si no sabes emplear el Cristo. ¿Cómo te atreves a leer siquiera el Ciclo Número 2 ó el 3? ¿Cómo vas a poder tú comprender el YO SOY, hijito mío, si ni siquiera has meditado lo que quiere decir “La Práctica de la Presencia de Dios”?

Tercero: Si tu sufres de un mal “crónico”, o de una “enfermedad orgánica”, u “virus”, si tienes “cálculos”,, si sufres algún desorden de esos que terminan en “itis” o “ismo”, como artritis, “colitis”, “reumatismo”, etc., y entre estos la “diabetes”, las cuales mantienen llenas las clínicas y los consultorios, aún no sabes pedir Luz para conocerte a ti mismo, ya que todo esto tiene su origen en defectos de carácter, o sea en imágenes que están arraigadas en tu subconsciente. Estas se desarraigan primero negándolas y afirmando la Verdad, y más tarde por medio de la Llama Violeta. Luego, tú no meditas, tú no sabes orar, luego, hay una gran falla en la manera de “pedir”. La falla más grande es que no sabes conocer la Verdad “Conoced La Verdad y ella os hará Libres”. ¿Lo recuerdas? Entonces, ¿si no sabes tú mismo conocer la Verdad, cómo vas a poder enseñársela a los demás, mi hermano?

Confiesa humildemente que te falta mucho. Pídele a tu Cristo Interior que te instruya o que te dirija a quien te pueda instruir. Consúltale el por qué no manifiestas Salud, Prosperidad y Armonía, que son los “Frutos” primordiales que forman LA IMAGEN DE UN GUÍA.

Recuerda el célebre dicho aquel que enseña nuestro Amado Maestro Emmet Fox: “Lo que eres grita tan fuerte que no oigo lo que dices”. Por lo tanto, no pidas todavía tu Carnet de Instructor hasta que sepas tú mismo que estás reflejado LA IMAGEN DE UN GUÍA.

Cuaderno Nº 19.
Selecciones Metafísicas. Pág. 24 y 25.