JUNO (El Mago de las Tormentas):

JUNO (el mago de las tormentas):

El Mesías, de este planeta, encarnó por primera vez en la Tierra con el nombre de Juno. Esto sucedió en un remoto pasado, en el continente desaparecido que se llamó Lemuria, y existió antes de la Atlántida. Esa fue una civilización de gran adelanto; la Segunda Edad Dorada, después de la Civilización Sol Naciente.

Juno, nació en la costa norte del Mar Sereno. Breket, su padre, era constructor de barco y gozaba de prosperidad. Por ser muy competente en su oficio, príncipes y magnates le encargaban navíos de bastante calidad, muy resistente al mar. Juno, era el mayor de cuatro hijos, el único varón. A él, y a su hermana Gerkina, Breker los preparó como marinos; a sus dos hijas menores, para trabajos hogareños. Huérfano desde muy joven, Juno se dedicó a la vida del mar; pero no quiso vivir de pescar grandes bestias sacadas de las profundidades como lo hacían los hombres de la comarca. Se unió a Vesta, hija de un marino amigo de su padre, que fue el protector de su orfandad y le regaló un pequeño barco pesquero como obsequio. Vesta, era una bella joven, su rayo gemelo; pero él lo ignoraba. Tenían gran afinidad, se comprendían y apoyaban mutuamente.

El sueño de rescatar vidas y arrebatarlas a los piratas se cumplió con la ayuda de una tripulación a la deriva: Un barco velero donde los marineros se habían sublevado contra el despótico capitán que murió asesinado. Rescatados para el bien, ayudaron a Juno, en su labor misionera. Arrebataban niños a los piratas, o los recibían de sus aterrorizadas madres, para impedir que los vendieran como suculentos manjar en la mesa de los ricos. Por entonces, existía esa nefasta costumbre. Juno, salvaba a las víctimas, pequeños niños de cortos años y los protegía de ser devorados por ricos magnates.

Al considerarse perjudicados en sus intereses, los poderosos atacaron a Juno. En la oscuridad de la noche, los piratas asaltaron su barco color ceniza, amarraron a Juno, y a su compañera, del palo mayor y hundieron al navío en el mar. Así acabó la vida de Juno, audaz marino a quien llamaban “el Mago de las Tormentas”.

Los navegantes de Juno, fueron los continuadores, también audaces marinos unidos por el mismo ideal; pero todos morían asesinados por los piratas. Quienes lo ayudaron en su labor misionera de rescate fueron los marineros, conocidos como “Marinos salvadores de vidas”. También recibirán en el nombre de “Flamas del Mar”, porque avisaban a la gente de la proximidad de los piratas colocando antorchas encendidas en las costas.

Vesta, compañera de Juno, era encarnación de su rayo gemelo, Amada Odina. Por especial dispensación, fue eso posible con objeto de fortalecerlo y ayudarlo, pues todavía el Mesías necesitaba se ese apoyo, el cual se prolongó durante dos vidas más en los comienzos de su labor misionera: Cuando Numú, (Vesperina) y en los tiempos del Rey Santo, llamado Anfión (Odina).

Amado LANTO/AE/pch