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Los "alimentos vivos" de los Espíritus de las tinieblas

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Los "alimentos vivos" de los Espíritus de las tinieblas

Mensaje por Alianza Naiguatá el Sáb Ene 07, 2017 5:57 am

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Pese a la polémica existente hoy día en el seno espirita con relación al florecimiento de un espiritismo más orientado hacia la religión y el servicio al prójimo de lo que volcado al estudio empírico del fenómeno, me atrevo a colocar a continuación, la opinión (podría decir esclarecimiento) de Ramatís con respecto al interrogatorio que se le hizo con respecto a la finalidad y misión que tiene el espiritismo (doctrina kardeciana) desde su aparición y sincretización interreligiosa.
 
Aclaración: lo que leerá a continuación no es un determinante de directriz para la doctrina espirita (aclaratoria que hago a los espiritas ortodoxos decantados por la pureza doctrinaria) y puede tomarse como una opinión. No se admiten en el presente tema conductas proselitistas y sectarias orientadas a la difamación de este u otro autor de libros espiritas ni agresiones ideológicas dirigidas hacia adeptos de otras ideologías.
 
LOS "ALIMENTOS VIVOS" DE LOS ESPÍRITUS DE LAS TINIEBLAS
 
Pregunta: ¿Podríais explicarnos de qué modo los espíritus de las tinieblas satisfacen sus deseos viciosos y renuevan sus sensa­ciones carnales, obcecando a los encarnados?
Ramatís: Los espíritus malhechores, desencarnados, debido a su falta de cuerpo carnal, viven excitados por deseos inferiores de la materia, y por esa causa no pueden saciarse en el mundo astral. Entonces, procuran satisfacerse en sus vicios y degrada­ciones tratando de apoderarse de las criaturas desamparadas, a fin de transformarlas en verdaderos "puentes vivos" y conse­guir el medio de hartarse en sus deseos mórbidos y degradados. A través de seducciones creadas por entidades diabólicas, ter­minan por agotar la vitalidad de las infelices criaturas, cuando caen bajo su juego satánico.
 
Son almas tenaces para conseguir sus objetivos torpes; se in­clinan incesantemente sobre el mundo de la carne en procura de las víctimas pasivas y descuidadas, en las cuales se apoyan para realizar sus intentos malvados y usufructuar voluptuosamente las pasiones pervertidas. La energía del mundo astral es un po­deroso multiplicador de frecuencia vibratoria, para el espíritu li­berado de la carne, mientras las almas elevadas centuplican sus dignas emociones y se elevan cada vez más en los planos angé­licos, los espíritus inferiores sienten que sus deseos torpes se súper excitan debido a la ley vibratoria de "los semejantes atraen a los semejantes", recrudeciendo sus pasiones al tomar contacto con las energías sensuales y detestables.
 
Sintiéndose exacerbados en sus emociones degradantes y sien­do impotentes para disfrutar de las sensaciones, que eran sus únicos placeres en la carne, los espíritus viciosos se ven obligados a sintonizar sus periespíritus con el de los encarnados, que vibran dócilmente a sugestiones y deseos mórbidos. A través de esa especie de simbiosis subversiva, consiguen captar las sensaciones corrompidas de los encarnados, transformando sus cuerpos en condensadores vivos que atienden con éxito los deseos de los obsesores.
 
Los pilotos de las grandes aeronaves saben que la armonía de sus vuelos dependen fundamentalmente de la sincronización de los motores en un solo diapasón de velocidad; bajo la misma ley, dos locomotoras que trabajan juntas en agotador ascenso, también han de lograr su éxito, cuanto más ajustadas se encuen­tren las fuerzas empleadas por ambas máquinas. Esa ley de correspondencia vibratoria y equilibrio de energías, actúa con más facilidad y sutilidad entre el mundo astral y físico, siendo más accesible la operación para los espíritus viciados que se sin­cronizan a los periespíritus de los encarnados con la finalidad de saciar sus apetitos inferiores y practicar torpezas inimagi­nables.
 
Pregunta: ¿Cuál es el significado verdadero de la denominación "alimentos vivos" conque acostumbráis llamar a las víctimas de los espíritus malvados del astral inferior?
Ramatís: La idea de "alimento vivo" nos recuerda la palabra colación, que en este caso, se refiere a la triste condición de muchos encarnados insaciables de sensaciones corrompidas que además de agotar todas sus energías vitales, debilitan su voluntad y los hace cada vez más viciados en los torpes deseos del Más Allá. Aquellos que no se deciden a modificar su conducta des­ordenada en la vida humana, no tardan en transformar en abyecta (desagradable o vil) condición de prolongaciones vivas, de la mórbida voluntad de los espíritus pervertidos. Después de perder el control de sí mismos y manifestar extrañas enfermedades que presentan diag­nósticos sentenciosos por parte de la medicina terrena, pasan a vivir excitados y afligidos e incesantemente accionados por sus "dueños" del Más Allá, que le evitan cualquier aproximación amiga o redentora.
 
Es una regla y técnica muy común entre los obsesores sabios del astral, pues rodean a sus "alimentos vivos" de cuidados espe­ciales, para que se aparten de las personas, ambientes, lecturas, doctrinas, conferencias o películas educativas que puedan des­pertarles la conciencia adormecida en la hipnosis maquiavélica y observarse en su verdadera esclavitud hacia el vicio. El pro­ceso sutilísimo, que los espíritus de las sombras emplean astuta­mente alrededor de sus víctimas, es tan eficaz, que es muy difícil que perciban en la malla seductora en que han caído.
 
Pregunta: ¿Podrías aclararnos mejor esa afirmación?
Ramatís: En el estado en que se encuentra actualmente la civilización terrena, son pocas las personas que no tienen una válvula que sea capaz de abrirles la cobertura de su intimidad espiritual, por donde se filtran los malhechores del astral inferior. Las debilidades varían conforme a las personas y sus realizaciones; los hombres íntegros en sus negocios y trabajos cotidianos, pueden ser vulnerables a la cólera o a la irritación; aquellos que son pacíficos y acomodados pueden desgastarse por los celos, por el amor propio herido o intoxicarse con ingratitudes; cuando algu­nos son decepcionados en sus ideales o caen víctimas de las dis­cusiones domésticas o sufren decepciones amorosas, recurren al alcohol para lograr su compensación enfermiza, mientras que otros, radiantes de júbilo por la vida fácil, viven corroídos por el remordimiento de la fortuna obtenida deshonestamente. Aún las personas más sensatas y justas, no consiguen coordinar sus ideas, calmar sus nervios o impaciencia, sin devorar decenas de ciga­rrillos, sin percatarse, que de esa forma invitan inconscientemente a algún viciado sin cuerpo del Más Allá.
 
No podemos enumerar la cantidad de contradicciones, vicios, frustraciones, defectos o emociones incontroladas que pueden servir de motivos básicos o de válvulas emotivas que ayudan al trabajo de los obsesores con mucho éxito, emprendido por los espíritus de las tinieblas, gracias al descuidado de los encarnados.
 
Los desencarnados que arden en deseos por el alcohol, no pierden su tiempo trabajando sobre los encarnados que son abs­temios, pues saben de sobra que pierden su tiempo sin conseguir llevarlos al vicio. Prefieren encontrar personas afectas a bebidas y debilitados por otras pasiones peligrosas para inculcarles la de­gradación por caminos indirectos. De la misma forma proceden los espíritus que eran fumadores crónicos y que viven alucina­dos en el Espacio por falta del cigarrillo.
 
Pregunta: Sabemos que hasta los viciados en el juego, sufren en el Más Allá, alucinaciones por ese vicio. ¿Existe alguna verdad sobre esa afirmación?
Ramatís: Los espíritus que vivieron en la Tierra completa­mente subyugados por la pasión obsesiva del juego, conservan en su imaginación ardiente el angustioso deseo de satisfacer su vicio, pues en el subjetivismo de sus almas permanecen vivas las escenas de las jugadas irrefrenables. Al estar imposibilitados de contemporizar sus mórbidos deseos y drenar las fuerzas viciosas, violentamente reprimidas, se sienten aún más excitados y afli­gidos; los más débiles de carácter prefieren degradarse y vagan por la superficie del orbe material en vez de luchar contra el vicio y rectificarse en el Más Allá. No tardan en hacer hábito y aficionarse a otros encarnados que tienen las mismas pasiones peligrosas. Procuran entonces, transformar a sus víctimas en ins­trumentos sumisos para su mala intención, manteniéndolos el ma­yor tiempo posible junto a la mesa de casinos o ambientes vicia­dos de cualquier especie de juego. En el auge de lances entusias­tas, el jugador encarnado y el espíritu desencarnado se funden en una sola entidad, en donde ambos se encuentran hipnotizados por la pasión del juego, en un verdadero fenómeno de incorpora­ción mediúmnica. Esos infelices viciados de las cartas, de los dados y las ruletas, aunque se encuentren desprovistos de un cuerpo físico, se sirven de aquellos que agradan de los ambientes noci­vos del vicio, imponiendo sugestiones, afligiendo por sus equí­vocos o exaltando por sus geniales predicciones. Participan furio­samente del juego, pues rodean a los terráqueos gritándoles sus pálpitos en los oídos y vibran cuando son contrariados, desespe­rando y enardeciendo al ver desperdiciadas muchas de sus sugestiones mefistofélicas.
 
Normalmente, la multitud de frecuentadores desencarnados es más numerosa que la asistencia de los encarnados y también, mayor será la extravagante y mórbida contienda de apuestas, des­pechos, celos e irrefrenables pasiones en el ambiente de juego. Además de viciados, esos espíritus son vengativos y crueles, no escatiman en introducir toda clase de trampas en el juego y arrastran a sus víctimas a las mayores decepciones y desespe­ración, para después enorgullecerse de sus desquites satánicos contra aquéllos que no los atienden fielmente en la trama del vicio.
 
En ciertos casos, los más vengativos persiguen por largo tiempo a sus víctimas que decepcionaron junto a la mesa de jue­go, porque es necesario recordar, que la pasión del juego es tan ardiente e implacable en los encarnados como en los desencarna­dos, pues esa pasión reside en el alma y no en los objetivos materiales.
 
En el mundo astral, alrededor de la Tierra, existe copioso material vivo que servirá para las valiosas investigaciones del género freudiano, pues la pusilanimidad, la frustración y el cor­tejo de resentimientos y complejos que luego se subliman en venganza y persecuciones maquiavélicas, requieren comúnmente hábiles psiquiatras del Más Allá para anotar todas las malezas espirituales.
 
A los encarnados que aceptan la mórbida función de "ali­mentos vivos" se les facilita todo para que cada vez sean más sumisos y puedan inducirlos al máximo de la degradación, inclu­sive se les hostiliza en el seno de la familia, para que les sea cortado el último reducto de amparo espiritual. En base a esas medidas subversivas y tenaces del mundo astral inferior, es muy común comprobar, que los viciados de todos los matices y condi­ciones sociales del mundo terreno, principalmente los bebedores, se quejan de una "fuerza" terrible que los domina y los hace beber, jugar o ingerir estupefacientes, como también practicar toda clase de ignominias. La medicina procura explicar esos casos, atribuyéndolos a la acción del organismo que clama por aquello que se acostumbró, pero mal saben esos infelices viciados, que detrás de ese diagnóstico se esconde la terrible verdad de sus situaciones nauseabundas de ser "alimentos vivos" de los malhe­chores de las sombras.
 
Pregunta: ¿Por lo que manifestáis, creeremos que nos encontramos completamente desamparados y a merced de los agentes de las tinieblas, puesto que no estamos liberados aún del vicio de jugar, beber o fumar; no es verdad?
Ramatís: Os aseguramos que si Jesús, Gandhi, Buda o Fran­cisco de Asís hubieran fumado o bebido, ningún obsesor habría conseguido dirigir sus cuerpos físicos o dominar sus altos poten­ciales vibratorios angélicos, que son capaces de desintegrar a las energías tenebrosas. Lo que deseamos repetir para vuestra com­prensión humana, es que los hombres esclavos a cualquier vicio o pasión peligrosa, son los más observados por los espíritus de las sombras, que fichan a sus candidatos en la triste condición de "alimentos vivos" para  sus satisfacciones viciosas, mientras que los evangelizados y de conducta elevada son refractarios a los objetivos de las sombras. Es mucho más difícil despertar el vicio de la embriaguez en el hombre abstemio: el vicio de fumar al enemigo del cigarro o el vicio del juego, al adversario de los casinos o ambientes del juego.
 
Pregunta: ¿Podéis informarnos si todos los hombres viciados que desencarnan, molestan a los encarnados para satisfacer sus vicios y deseos interrumpidos por la muerte del cuerpo físico?
Ramatís: Es conveniente no generalizar lo que manifiesto, pues hay tantas condiciones psicológicas en el Más Allá, como cantidad de almas desencarnadas. Ningún acontecimiento bueno o malo que acaezca a los reencarnados o desencarnados, debe servir de padrón absoluto para valorar otros acontecimientos del mismo género. No todos los que fuman, beben o juegan son almas dañi­nas o desequilibradas. Es verdad, que después de la pérdida del cuerpo físico, el sufrimiento es más o menos igual en todos los viciados, sean buenos o malos, porque el deseo es psíquico y no corporal y además, depende de la intensidad viciosa estigmati­zada en el periespíritu.
 
Debemos considerar que los espíritus negligentes, malos o vengativos se dedican a la tarea de obcecar a los encarnados, haciendo de ellos sus instrumentos vivos para satisfacciones vi­ciosas, mientras que los viciados de índole benefactora, en vez de entregarse a prácticas obsesivas, prefieren luchar heroicamente para dominar el deseo mórbido contraído en la Tierra. Y, como en el Más Allá existe la cooperación para el mal como para el bien, los espíritus benefactores ayudan a sus compañeros bien intencionados para que se liberen rápidamente de las pasiones adquiridas en la vida terrena; de modo inverso los malhechores ofrecen todo su apoyo subversivo a los viciados de mala índole.
 
Pregunta: Cierta vez nos enteramos, que algunos obsesores llegan al extremo de proteger fanáticamente a los desencarnados que les sirven de prolongación viva en la Tierra ¿Es verdad?
Ramatís: El que es débil de voluntad o accesible al efecto hipnótico de cualquier vicio o pasión, termina subyugado. Por esa causa los obsesores logran la dirección del sistema nervioso de los encarnados, porque esos hombres con tendencias viciosas son dóciles y eficientes para transformarse en prolongaciones de san­ciones pervertidas  del mundo material y  astral.   Los hombres buenos, que pasan por el mundo sembrando favores y esperanzas a sus hermanos infelices, aunque son portadores de algún vicio, están rodeados de extremas atenciones y cuidados por parte de las almas elevadas que realizan toda clase de esfuerzos para no perderlos en la función de dignos agentes al servicio loable del Bien.
 
Los espíritus malos también protegen a sus "alimentos vivos" con los más apreciados cuidados, preparándoles las mejores opor­tunidades para la práctica de los vicios en que están interesados. Aunque dominen a sus víctimas materialmente, dependen mucho de ellas para saciarse en sus caprichos mórbidos y deseos perver­sos, pues éstos no siempre ofrecen la saturación que tanto desean. La protección de los obsesores hacia sus víctimas obcecadas es deletérea y perjudicial, porque les incrementa el vicio y las induce a una extrema degradación; mientras que la asistencia de los espíritus buenos es constructiva y salvadora porque estimula el crecimiento de las cualidades angélicas del alma. Cuando los hombres ultrapasen las fronteras de los "pecadillos" comunes y vivan apartados del camino del Bien y de las enseñanzas de Jesús, las entidades de las tinieblas se mostrarán sumamente interesadas para viciarlos y protegerlos como valiosos instrumentos de filtra­ción sensual en el mundo físico.
 
Pregunta: ¿Qué procedimiento utilizan los espíritus tenebrosos para conducir a los encarnados hacia la degradación en la senda del vicio? ¿Se sirven exclusivamente de la intuición malévola o es suficiente su presencia junto a las víctimas para estimularlas?
Ramatís: En base a la Ley de correspondencia vibratoria que rige las afinidades o simpatías entre los seres, son los encar­nados los que crean la receptividad favorable para la presencia angélica o el clima electivo para la penetración peligrosa de las fuerzas de las sombras. Si os eleváis generaréis el ambiente vibra­torio receptible para las emisiones de ondas espirituales de las altas jerarquías superiores, si os rebajáis en la práctica de las pasiones indignas y de los vicios degradantes, seréis un campo abierto para las embestidas hábiles del astral inferior.
 
Los malhechores y viciados del Más Allá buscan todas las causas morales y mentalmente vulnerables de las personas con tendencias viciosas y pasan a explotarlas, haciéndoles crítica su existencia, acrecentándoles las vicisitudes, desengaños e ingratitudes del mundo, y al mismo tiempo les sugieren malévolamente para que busquen compensaciones en el vicio o la degradación moral. Se interesan particularmente por las personas negligentes, ociosas, livianas y adversas a la oración o a la meditación superior, se acercan pérfidamente a los hombres obscenos y sarcásticos, especialistas en anécdotas que degradan a la mujer, pues ofrecen poca resistencia para sincronizar sus frecuencias psíquicas con las fuerzas deletéreas, las que poco a poco amoldan a sus condiciones inferiores. Calculan sus debilidades de carácter y probabilidades de degradación bajo determinado vicio peligroso, mientras que los técnicos experimentados de las organizaciones del astral infe­rior, efectúan cuidadosa inspección alrededor de los encarnados descuidados, basándose en sus irradiaciones magnéticas o en los colores variables de sus halos mentales alrededor del cerebro. Investigan todo vicio oculto, toda tendencia perturbadora, hacien­do pronósticos y midiendo la reacción de aquellos que ofrecen perspectivas de formar filas en el repulsivo círculo vicioso que es el intercambio funesto entre vivos y muertos, para la mutua satisfacción de las sensaciones pervertidas en los dos planos de vida.
 
Sus profundos conocimientos, entrenados hace siglos, permi­ten que esos técnicos malignos exploten psicológicamente el cam­po emotivo y mental de la probable víctima con el fin de apre­surar la rigurosa afinidad y sintonía, que es de ley vibratoria entre los periespíritus conjugados en el vicio. Después de loca­lizar a los médiums electivos para la fenomenología viciosa y enfermiza del mundo carnal, el proceso se hace cada vez más fácil, salvo, que por motivos justos, ocurran súbitas intervencio­nes de las jerarquías superiores que salvan a tiempo al candi­dato de la humillante función de ser "alimento vivo" de las sombras.
 
Pregunta: ¿Los guías o protectores que representan a jerarquías elevadas, intervienen asistencialmente en favor de sus pro­tegidos?
Ramatís: En cuanto a la protección de los espíritus benefac­tores no tengáis dudas, pues desconocéis las tareas sacrificiales y el servicio amoroso que desempeñan intensamente en favor de sus pupilos encarnados. Es natural, que el éxito de ese tipo de misión espiritual dependa muchísimo de los propios hombres. Actualmente verificaréis que a medida que aumentan las posibilidades de socorro, enseñanzas y obras de alta espiritualidad sobre la Tierra, paradójicamente, crece la degradación moral de la huma­nidad, pues hombres, mujeres, jóvenes y viejos se esclavizan dó­cilmente por las más avasalladoras pasiones y vicios destructivos de la integridad moral humana.
 
Los espíritus tenebrosos no tienen fracasos en sus realizacio­nes nefastas porque escogen a sus víctimas con extrema habili­dad y sintonía para sus objetivos diabólicos, tratándose bajo procesos especiales para cada caso en forma similar a la medicina terrena con sus pacientes. Se desinteresan por aquellos que están bajo los cuidados y atenciones de las entidades angélicas y que desempeñan funciones nobles junto a la superficie del orbe. Dicho éxito es justificable y comprensible, porque la mayoría de la humanidad siente una extraña voluptuosidad y realiza hercú­leos esfuerzos para liberarse de la dirección espiritual de las enti­dades benefactoras; vibra en su psiquismo la aproximación de las grandes transformaciones para la morada y sus habitantes. La humanidad está obsesionada por un gran deseo, que recuerda a la profética "Bestia Escarlata" que simboliza al instinto ani­mal, anhelando despeñarse voluptuosamente por el abismo de los vicios insensatos del alcohol, del juego, del tabaco, de la carne y de los placeres licenciosos.
 
Si no fuera tan evidente la declinación espiritual y el ostensivo consentimiento pecaminoso entre los encarnados bastante débi­les de carácter, sería posible, todavía, a los protectores espiritua­les reducir la creciente e ignominiosa perversión moral. Durante las épocas de paz, cuando los hombres procuran volver los prin­cipios superiores de la civilización, resulta precario el éxito de los tenebrosos sobre la humanidad, porque el ambiente mental sereno que rodea al orbe terráqueo, proporciona a los mentores espiri­tuales el magnetismo que les permite deshacer las tramas nocivas y astutas de los desencarnados pervertidos.
 
Ese prematuro deseo del joven y de la joven moderna por emanciparse intelectualmente sin alcanzar el equilibrio moral, crea al problema de la juventud desviada, del menor delincuente y de la joven masculinizada que se adapta perfectamente al peligroso atomismo del siglo científico y a su atmósfera alterada por innumerables contradicciones, rarezas y rebeldías a los principios pacíficos, ordenados y evangélicos expuestos por Jesús en su admirable Evangelio. Los delincuentes de las sombras tra­bajan en la esfera mental de esos jóvenes existencialistas, insi­nuándoles que el trabajo del Cordero ¡Jesús es un pasatiempo ri­dículo, propio de una época supersticiosa, llena de excomulgacio­nes, de tutelas religiosas y castas privilegiadas!... Las sombras insinúan a los jóvenes que el "evangelio" de la hora presente es la rebeldía a toda expresión conservadora y deben desecharse todas las normas de los tiempos antiguos que traen sobre sus hombros el polvo de los siglos y no se adaptan a la velocidad, al cientificismo y a los ingenios milagrosos que poco a poco van matando el tiempo y anulan la idea del espacio. Jesús —secretean los elementos de las sombras— fue un excelente filósofo que pre­gonó una doctrina excelente para su época mientras tanto, ¿cómo conciliar los electrones que pueden modificar la superficie del globo terrestre, con los granos de mostaza que remueven las mon­tañas? Jesús fue bueno, puro y un hombre sincero, pero ahora, está muy alejado de la grandeza científica del siglo XX, por lo tan­to, es muy poético para el mentalismo atrevido del joven ató­mico...
 
De ahí emana ese desinterés profundo de los jóvenes impru­dentes de la actualidad, que confunden el descontrol espiritual con emancipación intelectual, o esclavizarse a los genios de las sombras con la vida espontánea y existencialista. Pero mal saben, que cuando se reúnen en ruidosas algarabías y festivas demos­traciones de libertad, empiezan a contrariar los cánones de la vida y la responsabilidad espiritual, entregándose al vicio de los alcoholes elegantes; los malhechores los vigilan desde el mundo invisible saturándoles la mente con sugestiones aberrativas para que debiliten el comando psíquico y tomen el camino que los llevará a ser los nuevos "alimentos vivos" para los hambrientos del Más Allá.
 
Mientras algunos hombres despiertan hacia la espiritualidad consciente, luchando heroicamente para liberarse del vicio de fumar y beber, en forma deliberada contra su divina función de mediadora de la vida humana.
 
Pregunta: Nos habéis dicho, que una vez que esos malhechores del astral consiguen hacer de sus víctimas verdaderas fuen­tes receptivas, todo se hace más fácil para sus fines nefastos. ¿Queréis aclararnos, si es suficiente que sean señalados sus ins­trumentos vivos y simpáticos, para que se vuelvan esclavos ciegos de sus obsesores?
Ramatís: La voluntad extraña y subversiva impuesta a otro espíritu encarnado no consigue fácil éxito a través del proceso de la intuición, ni aunque el espíritu obsesor posea un psiquismo vigoroso. Es difícil eliminar rápidamente la voluntad del encar­nado cuando tiene perfecta posesión de sus facultades mentales y disfruta de su sagrado libre albedrío. Si no fuera así, viviríais exclusivamente obedeciendo a la voluntad pervertida de los mal­hechores desencarnados en vez de atender la facultad de vuestra dirección espiritual. Así como recibís las intuiciones de vuestros guías que permanecen en el campo de la imponderabilidad en forma de sugestiones o invitaciones hacia el Bien, que bien podéis aceptar o rechazar, también las intuiciones malignas deben plas­marse bajo vuestra libre y espontánea voluntad. La persona sólo queda anulada en su libre albedrío y pierde el dominio completo de su cuerpo en los casos de obsesiones totalmente posesivas, relacionadas con rectificaciones kármicas o cuando están obcecadas por el vicio degradante.
 
Esa es la causa del porqué los espíritus obsesores precisan servirse de los recursos del mundo material, trabajando solapada­mente para que sus víctimas en forma indirecta sean inducidas a degradarse por los vicios a que tienen propensión.
 
Pregunta: ¿De qué modo los obsesores inducen indirectamente a sus víctimas hacia la degradación a través de los vicios a que están propensos?
Ramatís: Suponed el caso de un hombre que se entrega descontroladamente a la bebida; cada vez que tiene desavenencias domésticas con la esposa o hijos, los viciados del Más Allá con el interés de hacerlo un vaso vivo trataran de recrudecer todas sus amarguras hogareñas, incentivando los motivos mórbidos y estimulando el vicio de la embriaguez.
 
Todos los espíritus interesados en forma de "alimentos vivos" en la Tierra se unen a otros grupos de malhechores, protegién­dose mutuamente en el trabajo obsesivo para que su empresa malévola no tarde en alcanzar el éxito deseado. Se corresponden en las tareas innobles procurando mantener a las víctimas bajo el diapasón emotivo de la cólera, desánimo o intención de desquite consigo mismo, para incentivar la degradación viciosa. Es de sentido común que el hombre embriagado permanece bajo el yugo de las pasiones animales que afloran peligrosamente a su con­ciencia, juntamente con los resentimientos y deseos subjetivos del desquite contra las humillaciones sufridas anteriormente. Al poco tiempo se vuelve un elemento colérico, insatisfecho, fácilmente amoldable a la condición degradante de ser un "alimento vivo".
 
Desarrollando con habilidad la trama de la mutua compensa­ción, los espíritus tenebrosos preparan anticipadamente el clima enfermizo en el hogar de su víctima para que la discordancia sea más violenta, principalmente a la hora de las comidas o las horas de reposo. El esposo descuidado o cualquier miembro de la fa­milia que tenga el hábito de vengarse de las desdichas domésti­cas, buscará compensación en la bebida, perdiendo su dirección espiritual y reproduciendo en sí los deseos y voluntad de los obsesores que lo preparan y excitan diabólicamente hacia la degradación.
 
Pregunta: ¿En el caso relatado, no cabía al "guía" del hogar intervenir aunque fuera drásticamente, ya que el obcecado era la columna vertebral del sustento del hogar?
Ramatís: La familia que ignora la peligrosa intervención de los elementos de las tinieblas en la intimidad de su hogar y que además se encuentran alejados de la práctica evangélica, contri­buyen imprudentemente para apartar el socorro espiritual supe­rior que podría recibir, agravando la situación del jefe de la familia que se encuentra influenciado por los fluidos malos del Más Allá. Los hogares terrenos, en su mayoría, no dejan de ser improvisadas arenas en donde la familia se reúne para el mutuo pugilato en favor de la victoria del capricho, del orgullo, del amor propio o de los celos.
 
En general, cuando uno de los miembros de la familia co­mienza a desequilibrarse vencido poco a poco por la sistemática y tenaz persecución del astral inferior, los parientes en vez de alentarlo y ampararlo con el afecto y la comprensión, terminan por intoxicarlo, excediéndose en las censuras y hostilidades acos­tumbradas haciéndolo más susceptible a la diabólica intervención de las tinieblas. Algunas veces el esposo, un hijo o un pariente íntimo abandona el hogar por estar dominado por el vicio de la bebida y no falta quien afirme que ese vicio ha sido el origen del conflicto y la amargura del hogar.
 
Esa familia ignora que ha sido una excelente cooperadora de los espíritus diabólicos del Más Allá, que olvidando las enseñan­zas evangélicas negaron un clima de amparo y de ternura al infe­liz familiar terriblemente conturbado por los obsesores. Pocas personas comprenden que la terapéutica más acertada para todos los trances y conflictos del mundo es la enseñada por Jesús que decía: "sólo por el amor se salva el hombre". Cuando Jesús reco­mendó la práctica incondicional del "amaos los unos a los otros" y "sed mansos de corazón" indudablemente se refería a la ternura y a la comprensión tan necesaria para cooperar con los espíritus infelices que están envueltos por las tinieblas, y puedan recibir la mano amiga para liberarse de los poderosos lazos de los vicios esclavizantes.
 
Pregunta: Desearíamos conocer algunos detalles más de este asunto y otros ejemplos análogos referentes a otros vicios. ¿Podéis atendernos?
Ramatís: En el mundo invisible para los ojos de la carne, se efectúa un trabajo mefistofélico, perseverante y disciplinado para que los encarnados debiliten sus defensas espirituales, abdiquen de su libre albedrío y favorezcan los planes tenebrosos del astral inferior. Los perseguidores de las sombras viven sembrando intri­gas y motivos perturbadores, hiriendo el amor propio, excitando la vanidad, el orgullo, el celo, la ambición y la envidia para que sea más viva la eclosión de las imperfecciones que nutren el clima enfermizo para la cultura de los "alimentos vivos" en el mundo terreno. Saben que el mayor éxito logrado en esa empresa ma­ligna es conseguido por el debilitamiento en el trabajo de las huestes del Cordero Jesús, soñando en apartar definitivamente la sublime influencia en el mundo carnal.
 
Aquí perturban la familia entorpeciendo la voluntad del jefe de la casa a fin de que busque consuelo en la bebida: allí, enca­minan hacia los cargos de confianza a las almas descuidadas, cuyo deseo central es el juego, induciéndolas a malgastar el dinero público que conducen al esposo liviano y débil de carácter junto a la mujer diabólica y licenciosa que no tarda en arrojarlo al vicio de la vida nocturna e indecorosa.
 
Mientras sucede todo eso, aumenta en vuestro mundo el pro­blema del viciado por la cocaína, la morfina o la marihuana o crece la degradación entre los jóvenes bajo la hipnótica invitación de las tinieblas para que mezclen bebidas peligrosas con los ino­fensivos refrescos, creciendo las filas de los candidatos a la futura V abominable condición de "alimento vivo" para satisfacer a los pervertidos desencarnados del Más Allá de la tumba. Aún coope­ran con el peligroso estado espiritual de la hora actual en que vivís, que lentamente se va subordinando a los planes diabólicos, los hogares terrenos de cierto recurso económico, instalando su elegante "barcito" que ofrece la infeliz oportunidad, tan ansio­samente esperada por los desencarnados viciados. Bajo la "ino­cencia" del refresco de moda, mezclado con corrosivas bebidas de etiqueta brillante, la familia pasa toda la noche jugando a las cartas bajo una sofocante nube de humo, conformando los cua­dros enfermos y viciados que se transforman en atrayentes invi­taciones y prometedoras esperanzas para los del otro lado de la vida terrena, que viven buscando los ambientes degradados con fines corrompidos.
 
Pregunta: Conforme nos relatáis, se confirma en cierto modo aquello que tanto se decía sobre los demonios, que se apoderaban de las almas infelices y pecadoras, llevándoselas a las profundi­dades del infierno; ¿no es verdad?
Ramatís: Los siglos se han acumulado sobre sí mismos y el hombre aún no resolvió obedecer a la terrible sentencia del "co­nócete a ti mismo". Luchó para conquistar las fuerzas más peli­grosas de la Naturaleza, pero su haraganería por la ascensión espiritual y la incredulidad sobre los objetivos nobles de la vida, aún los hace un campo favorable y accesible para las sugestiones mefistofélicas de las tinieblas, y por otra parte se impermeabiliza cada vez más para recibir el socorro de las intuiciones salvadoras de sus protectores.
 
De ahí nace la noción del "pecado" que conduce al infierno y de la "virtud" que conduce al cielo. Pero, no debéis confundir el "pecado" como una ofensa al Creador, que está por encima de cualquier ofensa humana; el pecado es la "válvula" peligrosa que puede ser accionada fácilmente por los "demonios" de la leyenda, que es igual a los espíritus corrompidos que buscan es­clavos para las sensaciones inferiores que deben satisfacer. Todos aquellos que "pecan" les sirven incondicionalmente en forma de detestables prolongaciones que se mueven en la materia, cual tentáculos vivos del Más Allá, que buscan alimentos inmundos.
 
Esos "demonios" —nuestros hermanos en extrema penuria espiritual— fuman, beben, juegan y se satisfacen voluptuosamente con vosotros desde el momento que descuidáis el gobierno disciplinado de vuestro cuerpo carnal y les mostráis las válvulas pecamino­sas que ellos buscan, para ejercer el comando de vuestros actos y deseos.
 
Sin embargo, tenéis un extraordinario recurso de defensa con­tra esa corte de indeseables compañeros degradados que intentan infiltrarse en vuestras actividades materiales; no es nada difícil mantenerlos a prudente distancia de sus maquiavelismos si os acogéis definitivamente al Evangelio de Jesús. Esa forma de actuar os librará de la infeliz eventualidad de transformaros en "alimentos vivos" porque la vida angélica levanta inexpugnables fronteras alrededor de vuestros pasos y asegura la felicidad espiritual después que hayáis entregado el cuerpo carnal a la sepultura terrena.
 
El desprecio o la indiferencia por las enseñanzas de Jesús han sido los principales motivos que justifican las viejas litografías que simbolizan los demonios que arrebatan hacia el infierno a las almas pecadoras que fueron negociadas a través de las pasio­nes, vicios y corrupciones en el mundo terreno. Es evidente que los hombres se entregan corrompidamente a los desmanes ne­fastos y por lógica, también se entregan espontáneamente a sus dueños diabólicos que les ayudan a saturarse con placeres fáciles y vicios deprimentes. Después de la muerte corporal, sólo les restará aceptar el juego de sus perversos señores, mientras que las almas virtuosas serán recibidas por magníficos seres, habi­tantes de las esferas luminosas.
 
Pregunta: El vicio del cigarrillo está muy arraigado entre nosotros, siendo una preferencia de casi todos, jóvenes, viejos y hasta niños. Hay muchos fumadores que son almas bastantes superiores y con moral intachable con respecto a otros seres que no fuman, ¿podría decirse, que el uso del cigarrillo sería la causa preponderante para que esas almas buenas se transformen en el futuro en "alimentos vivos"?
Ramatís: Conviene que reflexionéis cuidadosamente sobre el espíritu de aquello que manifestamos, porque nuestra tarea en esta obra, es apenas la de daros un llamado de alerta y reforzar las advertencias de otros espíritus superiores, cuyos médiums son de reconocida capacidad moral.
 
Queremos solamente preveniros de los atroces padecimientos y de los perjuicios a que podéis someteros en el Más Allá des­pués de la desencarnación, si persistís en la ingestión de la carne de vuestros hermanos inferiores, en el abuso de las bebidas que conturban y degradan, en la pasión irrefrenable del juego que fanatiza y arruina, en la sensualidad embriagadora que invierte el sentido creador del espíritu, como así también el uso del ci­garrillo que después de la muerte del cuerpo quita el sosiego al espíritu, produciendo terrible angustia. No pretendemos imitar al sacerdote exigente, ni al pastor o misionero excesivamente puritano que excomulga por cualquier falta simple a los peca­dores de vuestro mundo; pensad bien en todo lo explicado y comprobaréis que sólo exponemos una tesis fundamental que os ayudará a la liberación espiritual del ciclo doloroso de las reencarnaciones físicas, a las cuales os encontráis demasiados esclavizados por los placeres y goces tontos.
 
Sería peligrosa y censurable imprudencia de nuestra parte clasificar a todos los fumadores terráqueos, como parte de los tantos "alimentos vivos" que sirven a los viciados tabaquistas del Más Allá. Bajo cualquier punto de vista el hombre bueno, aunque fume, será siempre superior al hombre cruel, avaro hipó­crita o deshonesto, pero que sea enemigo del tabaco. Nuestras consideraciones están dirigidas particularmente a los casos de debilitamiento de la voluntad y del comando director del espí­ritu sobre la carne, pues aunque fuméis y seáis buenos, no indica que seáis dueños absolutos de vuestra voluntad y del cuerpo carnal. El cachimbo, el cigarro o el habano se transforman co­múnmente en terribles y exigentes guardianes que nos vigilan los pasos y los movimientos y no dan sosiego en el hogar, en los vehículos, en las casas de diversiones y hasta en los instantes finales de vuestros días a la hora de dormir, puesto que exige, el último homenaje a la última fumada de la noche.
 
No todos los fumadores veteranos dóciles son "alimentos vi­vos" de los viciados del Más Allá, pero es innegable que no pue­den sustraerse totalmente al uso del tabaco, transformándolos en "pitadas vivas" y sin voluntad propia. Bajo nuestra modesta opinión de espíritus desencarnados y sin grandes credenciales mesiánicas, encontramos que en vez de fumar, que aporta la posibilidad de atraer algún indeseable y peligroso fumador del astral inferior, mucho mejor es no fumar, así se eliminará defi­nitivamente la oportunidad enfermiza de que el individuo se transforme en un exótico "pitador" de los fumadores desencar­nados, así como sucede con los borrachos, que son "vasos vivos" de los espíritus sedientos de la bebida embriagadora. No podemos tener la ilusión que un Jesús, Buda o Francisco de Asís, que son almas liberadas de los vicios de la carne y de las imperfec­ciones del mundo, vengan un día a fumar entre los humanos en una demostración de gran satisfacción...
 
Muchos espíritus desencarnados que se jactaban de haber sido muy "dueños de sí mismos" durante la existencia física han tenido una gran decepción al comprobar que cuando estaban en condi­ciones vibratorias negativas, devoraban decenas de cigarrillos atendiendo a la extraordinaria "fila" de fumadores afligidos de este lado, que se les infiltraba por las brechas y rasguños del aura, provocada por los golpes de la cólera, celos, violencias, orgullo y maledicencia.
 
Pregunta: ¿Existen otras actitudes o descuidos que favorez­can el dominio absoluto de los obsesores sobre los encarnados?
Ramatís: Sí, y debéis mantener en un nivel superior vuestras acciones y pensamientos que resguardan tales embestidas, pues las actitudes y modos de accionar de esa clase de espíritu es muy variada, siendo el Evangelio la faja protectora más segura. Las recientes comunicaciones de varios espíritus misioneros a través de sus médiums de confianza, enseñan, que la alegría y el optimismo alejan las nieblas que rodean el aura humana, mientras que las actitudes aflictivas, melancólicas, pesimistas y de amargas recordaciones, hostilizan el sentido benefactor de la vida donada por Dios y crean nubes que aumentan la desespe­ración y la incredulidad sobre los bienes espirituales.
 
Por lo tanto, comprenderéis que no sólo basta evitar el vicio en su expresión material, ya sea el fumar, beber, jugar o per­vertirse, es necesario que también os liberéis del vicio que engen­dra el culto a los pensamientos negativos y el rosario de lamentos cuando no se satisfacen a gusto vuestros caprichos y deseos. El "sed pacíficos" del Maestro Jesús os advierte contra los estados de rebeldía mental cuando el alma se obstina y considera las vicisitudes humanas como infelicidades del destino, sin embargo no dejan de ser simples productos de lo angélico.  Esa enseñanza indica la idea de resignación hacia las directrices del Creador, sin dudar de su seguridad, porque es el más justo y Sabio. A pesar de los males intensos de la vida humana, ninguno conse­guirá robar del espíritu del hombre su felicidad eterna.
 
La mente, bajo el impulso creador, dinámico y positivo es un potencial que renueva el manto de las sombras que los perversos del plano invisible extienden sobre las criaturas humanas; pero aquellos que se amoldan a la naturaleza enfermiza de los pen­samientos negativos, en verdad, son creadores de fluidos que for­man reales energías utilizadas por los trabajadores de las tinieblas.
 
Pregunta: ¿Qué actitud debemos adoptar para apartarnos de esa posibilidad de transformarnos en "alimentos vivos" del Más Allá?
Ramatís: Es evidente que ha de ser la salud espiritual con la cual alcanzaremos aquel estado a que Jesús se refirió y que recomendaba: "Sed vosotros perfectos, como perfecto es Vuestro Padre Celestial" (Mateo, Cáp. 5, v. 44, 46 y 48).

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Re: Los "alimentos vivos" de los Espíritus de las tinieblas

Mensaje por Alianza Naiguatá el Sáb Ene 07, 2017 6:01 am

Sobre este tema surgen muchas polémicas en el mundo. Desde los comienzos de mi exploración en el mundo de la religión, la filosofía y la espiritualidad – en general – habiéndome hecho consciente de mi condición de médium me he deparado con infinidad de casos cotidianos, numéricamente exagerados, saturando y batiendo un récord en las heredadas tendencias actuales dentro de lo referido a la moral, ideologías en auge y la propia ética religiosa.
 
Lo lamentable de ese hecho es que, siendo una situación simple de entender, por cuyo defecto se nos puede inspirar la claridad si nos auto-analizamos con detenimiento, las propias víctimas ni siquiera se enteraban de la manipulación de la que eran objeto.
 
Tanto así que me inventé una alegórica y comparativa definición para sintetizar este tipo de relaciones de lo cual se derivan todas las respuestas que pudieran surgir. La definición se desglosa a partir de una relación que se ha desarrollado y especializado creando dependencia productiva entre 2 especies, dicha relación protagoniza una actividad conocida en Venezuela – desconozco si se le conoce así a nivel mundial – con el nombre de "ganadería"; pues, la comparativa es que el obsesor se sitúa como el propietario o "ganadero" que es objeto de las más inmerecidas fantasías de dignidad por parte del "ganado" el cual le agradece la protección, alimentación, atención médica, techo, cobijo y toda facilidad que reciben estos animales, mientras tanto, en lo imaginario de su mente conciben esto como un acto de amor fraterno y desinteresado, "es un ser muy generoso" pensaría el "ganado" con relación al "ganadero" sin sospechar que la única razón por la cual recibe todo ese trato especial es, única y exclusivamente, por un interés personal y restante obtenido a partir de un producto que se obtiene fruto de esta relación inter-especie en la naturaleza. Un día el "ganado" deja de ser útil y la represalia surge en la forma del desprecio, de repente el "ganado" se encamina a confrontar un mazo quebrando los huesos del cráneo, un cuchillo destajando los diferentes músculos que se hallan a lo largo del cuello alcanzando la yugular e induciendo una lenta muerte por desangramiento; de cualquier forma el "ganado" no comprende, está en shock, jamás imaginó que el trato amable recibido por satisfacer un interés del "ganadero" era su carta de supervivencia día con día en mutua convivencia.
 
Se han presentado casos típicos bajo las siguientes afirmaciones: "me dio ganas de fumar de repente", "se me antoja un trago de ron", "me entró una excitación o deseo sexual desesperante" (transformen esta última en algo vulgar), "se me antoja comer…", etcétera…
 
El primero reflejando el influjo de un Espíritu apegado al cigarro que induce la ansiedad por fumarse un cigarro o un tabaco y que el "ganado" traduce con "ganas de fumar"; el segundo reflejando a través de los quimiorreceptores (un olor y un sabor) un sabor apetecible que le multiplica la ansiedad por beber; el tercero delatando el insaciable deseo sexual y esclavitud en el campo de la lujuria que conduce a un Espíritu a encadenar a la compulsión de la pornografía, la masturbación, promiscuidad, desvíos sexuales (homosexualidad, bisexualidad, parafilias) y que crea un característico rasgo comúnmente aceptado como parte del hombre que es que no puede mirar a una mujer sino que fija la mirada en 3 zonas claves: senos, glúteos y vulva; el cuarto representa la incontenible ansiedad drenada en la forma de la gula…
 
¿No han entendido que la hipócrita generosidad que reciben no se trata sino de la suplementación e interesados cuidados que hace el "ganadero" sobre el "ganado" cuyo destino final es un vil sacrificio sin dignidad ni comprensión de causa? Muy a menudo – y en especial en los cultos de nula ética religiosa – llega a suceder que los propios individuos establecen un patrón de manipulación; esta extorsión se desarrolla cuando la colocación de la predilecta ofrenda o realización del acto que satisface al ego, el orgullo, la vanidad, u otro a través de la pleitesía, y la realización de infinidad de absurdos con tal de preservar la simpatía, cada vez que se suspende la dadiva de todo este culto de idolatría apartado de Dios, culmina en "castigos" que cuando no son anunciados y fatalmente justificados por la explicación de los Espíritus abusadores, se presentan silenciosamente a través de contratiempos que el popular folclore ya comprende como indicativo de que hay que "contentar al santo" con la finalidad de apaciguar su disgusto.
 
Se observa, pues, la exploración a la ingenuidad cuando un Espíritu ingiere el licor o desgasta el cigarro de manera compulsiva como quien anduvo por el desierto e infelizmente se deshidrató en ausencia de agua; y bueno, podemos considerarlo igual, ellos al final deambulan por un lugar donde no hay nada de lo que compulsivamente les pide el organismo según la auto-sugestión traída de un apego o vicio que sobrevivió a la ultratumba; pero eso no es todo, también observamos la falta de valores cuando se sugieren "relaciones de ultratumba", esa abominación que profana lo sacrosanto de cada posición existencial, donde el desencarnado acaricia el pecho de la muchacha bonita y le susurra lisonjas al oído; donde los glúteos y pubis de hombres y mujeres son apretados gustosamente por inescrupulosas manos que se unen en simbiosis a médiums excesivamente despistados por su credulidad, al final de cuentas ¿no es una ofensa a la altura de una bofetada a Dios cuestionar la integridad moral de los Espíritus? ¡Hay que creerles! Ellos siempre son superiores, ¡SIEMPRE! – eso dicen –, pero llega el caso extremo: los novios entre realidades distintas que apoyados por la mediumnidad aprovechan para llevar a cabo la comunión sexual de la cual el embarazo se dice es "fruto de ese Espíritu venerado".
 
Mucho se han esforzado los Espíritus de lo alto en difundir advertencias y traducir el código ético que asegura la ascensión en sana dirección. Por tal razón, toda doctrina, filosofía o religión posee un código moral que le exige la auto-moderación y una conducta ejemplar, hallando el fracaso porcentual en la casi extinta cifra que apenas representa una anormalidad de la población en una campana gaussiana que se sitúa en el extremo polar hacia la izquierda, si lo que medimos es, porcentaje de acatamiento (a la izquierda), desacato (la distribución normal) y extremo desacato (a la derecha).
 
Cierta vez supe de un caso de un médium que sin noción de lo sucedido se entera de que al entrar en trance e "incorporar" a su guía, en ausencia de acompañante que vigile la dirección de la conversación, propició un amorío entre el Espíritu y la consultante, de ahí derivó que la buena voluntad del hombre que creyó estarle ayudando y cumpliendo una misión, se volcase en una imprudente relación sexual que tuvo lugar entre ambos; el médium tenía esposa, al enterarse de lo ocurrido le invadió un desasosiego y culpabilidad patológica, ¿cómo confesarlo y explicar que no ha sido él quien lo realizó conscientemente? He ahí cómo se mataron ese día 3 pájaros de 1 pedrada, pues, se ultrajó a la enamoradiza consultante, se destruyó la ética y reputación como hombre y médium del involucrado y se dañó de igual manera a la esposa destruyendo un matrimonio y condenando a una familia a vivir por el resto de sus vidas con una herida que si bien puede cicatrizar, el recuerdo propiciará materia prima a la discordia, desconfianza, infelicidad y otras emociones que se asegurarán de que la convivencia sea lamentable. ¿Y qué dijo la sociedad? "Ese fue él que quería acostarse con la muchacha", porque pase lo que pase, JAMÁS DE LOS JAMASES, el creyente, ciego e idólatra de los Espíritus reconocerá que los Espíritus lejos de ser criaturas perfectas, tienen como cualquier ser humano, la posibilidad de rebelarse tan – o más – hipócritas como cualquier ser humano. En este caso, típico, se destruyó la obra del médium, su familia, y se le involucró a problemas masivos relacionados a la otra mujer.
 
¿Cuántas veces pese a negarlo eternamente no ha sucedido que surge un relato de una mujer o un hombre que poseídos sostienen relaciones sexuales y que sólo por el hecho del propio Espíritu revelarse tras el coito entraron en razón de que fueron abusados? Si tengo que contar estos casos tendré que solicitar sueldo porque no tendré más la oportunidad de salir a realizar cualquier actividad de beneficio lucrativo porque conozco más de lo que hay granos de arroz en 1 kilo procesado.
 
Me solía suceder en mis comienzo – y yo poco lo entendía, todavía no me vigilaba lo suficiente – que me daban antojos por fumar o probar un sorbo de licor, no obstante, si hay algo que odie más que el licor es el tabaco o cigarrillo, no soy alérgico sino fóbico. Este deseo siempre surgía, pero no siendo mi debilidad no encontraba cobijo, acto seguido, no había ansiedad. Esta sensación coincidente con un acercamiento, sí encontraba oportunidad de desesperar a los compañeros que sin oponerse traducían conscientemente que el Espíritu se acercó, indujo el deseo de fumar y había que satisfacerlo en su deseo.
 
Pero ahí no es donde se desarrolló la terrible contienda que tuve que superar, ¡no! Esta tuvo lugar en el campo de la sexualidad.
 
Como un sujeto conservador, rígido y leal cumplidor de las normas del correcto deber y hacer, crecí defendiendo la idea de la castidad y la virginidad y me enfrenté a las contiendas que fuese necesarias para no marginalizar lo que para mí se constituye en el aspecto más sacrosanto y delicado de la experiencia humana y que es un instrumento de consolidación para la pareja. Ese auto-control característico que me hizo creer que yo era un ser virtuoso por la aparente ausencia de defectos compulsivos encontró su contrariedad por la evidencia tras envolverme con un enjambre de obsesores confabulando cruelmente en mi contra y que a través del psicoanálisis permitieron observarme y descubrir, a partir de lo que ellos amplificaron, mis defectos ocultos en lo que Carl Jung llamó "la sombra", pues, puritano y vocación a lo sacrosanto en la lucidez de mis acciones, se generó fruto de la reprensión un auténtico demonio contenido en el inconsciente, el adversario de mi consciencia, el lado oscuro de mi ser.
 
Resultó ser que era la sexualidad mi mayor problema y ello lo noté por la intensa ansiedad producida por estos acercamientos y la constante vigilancia que me permitió observar el patrón que mantenían a la procura de saciar su "sustento psicológico". Fue así como pasé a ser consciente de acercamientos que susurraban como una voz sutil "pon pornografía" y me hallaba de acuerdo, pues, su deseo se somatizaba en mi complejo sensorial y sentía el estímulo sexual que me hacía desear observar en dirección lujuriosa a la mujeres, liberando las inhibiciones aprisionadas tras el candado de la moral.
 
Ahí es que comprendí la situación en la que se hallan los subyugados de los vicios. Y tras descubrir que siempre llegaban cuando observaba algo sensual – cuando no era una orden directa de ellos –, ellos aparecían; ese fue el fin de mi "auto-conocimiento" en contexto sexual, tuve que rehusarme a volver a ver pornografía, tuve que bloquear toda referencia sensual y desatender a mis amistades féminas que eran influenciadas por estas criaturas para ponerse "picaras" y encender los deseos hacia lo indebido; tuve que aprender a tener una experiencia del tipo sexual sólo cuando conscientemente lo quería, no cuando mi cuerpo gritara de excitación. Fue así como, probé el amargo sabor del "castigo", pues, muchas veces llegaban en cualquier momento, el miembro viril sin estimulo alguno expandía dimensiones por la congestión de los cuerpos cavernosos y la próstata era objetivo de sensaciones orgásmicas, ahí me hallé desgastándome los dientes, hipertrofiando el masetero al apretar la quijada y me retorcía cuán ninfómana siendo estimulado en su centro del placer. Sensaciones como caricias en el cuerpo, mordiscos en los pezones y otras son aspectos desagradables que me hicieron un día tomar la decisión de transformarme en un monje de las emociones tras considerarla un arma de doble filo, pues, los malos Espíritus siempre manipulan el deseo humano para persuadirlo en sus acciones a favor de su causa y cuando se ha establecido por cualquier razón una asociación perniciosa, infelizmente se sufre como lo sufrí yo por un periodo de 2 años horribles, en los que la ira y el odio me cegaban si me negaban el contacto sexual, o que tal fue el daño al principio que pisé dentro de la población anormal que en plena flor de la vida, entrando apenas a ser adulto joven, tuviese la próstata inflamada y sufriera de impotencia, no obstante, se sentía perpetuamente estimulado.
 
He ahí que confirmé la teoría del cristianismo sobre las causas demoníacas de este tipo de compulsiones, que igualmente comprobé en el lado de los desvíos sexuales cuando en determinada ocasión me intentó abordar Espíritus atendiendo a una inescrupulosa petición de un homosexual de tenerme, y que muy pintorescamente supe rechazar llevando a hipérbole colosal por medio de una mentalización, mis más apasionantes gustos heterosexuales poetizados en mi periodo como gnóstico en el que estudié el tantra y hallé en toda la fisionomía de la mujer, un auténtico altar sacrosanto digno de cualquier detalle generoso. Tal fue la imagen mental que le transmití que no volvió nunca más, en lugar de eso, apostó por la otra opción también solicitada por este homosexual.
 
Por mi longeva contienda con la obsesión espiritual, el amparo y explicación continúa de los Espíritus inteligentes, y por el entendimiento del mecanismo por el cual operan estas criaturas es que, se desarrolló de aquí para el resto de las expresiones espirituales – incluyendo a la más sucia de las hechicerías – un dominio temático que me he esforzado mucho en transmitir para advertir a las personas que repiten mi propio error al subestimar y considerar simples preconceptos retrógrados el incentivo hacia los valores extensamente promovidos por las diferentes religiones progresistas en la acepción espiritual.
 
En esta generación con una cultura tan pervertida el culto a los excesos y placeres pasionales más bajos hallan su apoyo en la propia ley humana a partir de la pasividad de los hombres que entendiendo el valor de estos aspectos, no son lo suficientemente agresivos en la defensa de los valores que los dignifican, en su lugar, los propios condenados a la compulsión se entregan a la profesión y estatus jerárquicos apoyados por las huestes sombrías aprobando la sexualidad compulsiva y promiscua, el alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, y toda clase de vicios no sólo referidos a las sustancias psicotrópicas y otras sino también en el campo psicológico y afectivo.
 
Pensar que al morir se pierde el cuerpo que es el escudo que adormece las tendencias del Espíritu y que situado en la libertad y sin poder saciar el deseo de satisfacer un vicio se acumula apoderándose de la mente y generando angustia en el desencarnado. ¿Continuaría la gente en la misma dirección tras reconocer visceralmente semejante "infierno"? Muchos son los enloquecidos que se adhieren al tabaquista, alcohólico, drogadicto, libertino, ninfomaníaco, y lo entregan a la destrucción de sí mismas en pro de saciarlos a ellos.
 
Acá en el foro hemos tenido históricos casos. Un hombre que consumió marihuana durante años y obligó a la mujer a toda clase de inmoralidades destruyendo su auto-estima y reputación al prostituirla tan sólo por ceder a las perversiones ante las cuales cedía sumiso. A dicho hombre incluso le entregaban la mujer deseada, él pensaba "me gustaría acostarme con ella" y mágicamente la mujer lo deseaba. Se desligó de la marihuana y ahora yace enloquecido, ¿tras 22 años de hacer lo que ellos querían sólo vas a decir "adiós" y te dejarán quieto? ¡Jamás! Con ellos pactas, con ellos mueres.
 
También se han presentado casos en el anonimato. Individuos convencidos por inescrupulosas fuentes de desnudar a la consultante con la excusa de "limpiarlas mejor", no obstante, sólo eran objeto a través del cual alimentar mentes adictas a la sexualidad que se nutrían de pensamientos sexuales que sensualizan los fluidos y les permiten retroalimentarse fortaleciendo el influjo y llegando a influir en las futuras víctimas.
 
Las granjas de rehabilitación evangélicas están saturadas de estos individuos que reconocen lo duro que es disociarse de la subyugación del vicio. Porque siempre detrás del vicio hay, además de la debilidad, una entidad que te sugestiona aprovechándose de que no puedes oponerte. ¿Cuántas figuras artísticas nos sirven de modelo a los tormentos morales que derivan de esta situación? Tenemos el triste caso de Freddie Mercury quien siendo un Espíritu de "la vida alegre" contrajo VIH y tomó la decisión de no medicarse, por ello a diferencia de su pareja que vivió hasta recientes años, él tuvo una muerte prematura; tenemos el caso de todas las actrices porno que poseen un cuadro psicológico y emocional de tormento y angustia, que odian sus vidas y cuando no persiguen el suicidio o el escape alucinatorio, encuentran una esperanza en la conversión para decir cómo estuvieron atadas a la lujuria, pero estos son procesos que hay que vivirlos – para quienes creen que basta con leerlos – porque son procesos complejos de identificarlos y describirlos si no se sabe en carne propia la magnitud del influjo, y que sorpresivamente hallaremos siempre al final la prueba contundente de que probablemente nuestra "adicción" era un medio de alimentar a los obsesores, pues, reformado el Espíritu, desaparece la palpitante y angustiosa agonía.
 
No importa cuánto nos esforcemos. Sin educación no habrá reforma, por ello es necesario que comprendan que si siguen menospreciando la educación espiritual, terminarán siendo única y exclusivamente "ganado" que se graduará como "ganadero" y ser útil nada más al tormento de los infelices encarnados.
 
Dice el psicólogo creador de la TRE (terapia regresiva espiritual) «los obsesores son pulidores del alma», y tras los embates que he tenido durante tantos años puedo decir que, la he pasado mal casa segundo, y hoy me pregunto cada vez que lo recuerdo ¿cómo lo soporté y superé? Pero estoy de acuerdo con Shimoda, porque en mis comienzos, cuando era un muchacho normal, jamás imaginé que iba a tener que desarrollar tamaño auto-control al punto de ordenarme a mí mismo qué sentir en algunos aspectos de mi vida humana. Infelizmente aún no control el negativismo, de naturaleza nostálgica por las atrocidades del mundo, no supero la depresión todavía, pero me hallo aprendiendo y desarrollando la disciplina mediante la cual logre bloquearla y entregarme la mayor parte del tiempo posible a lo positivo de mi ser.
 
Ayúdenme a enriquecer este tema aportando algún testimonio conocido sobre este caso. No importa si se descubrió en la iglesia, licorería, el colegio, la intimidad del hogar. Hacer saber que esto es muy común será materia prima sobre la cual reflexionar para quienes se hallan en esta situación desventajados por la ausencia de la mediumnidad hipersensible para alertar la presencia hostil de un manipulador o los que la poseen pero la tienen subordinada a la fascinación que imponen las ilusiones de los obsesores en quienes ha creído de sobremanera.
 
Discúlpenme por lo extenso. Ojalá le saquen provecho, trabajé en este tema desde las 2 a.m. y apenas a las 6 a.m. he podido culminarlo y publicar. He aquí mi ofrenda a quien la encuentre digna de recibirla como una gracia.

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Re: Los "alimentos vivos" de los Espíritus de las tinieblas

Mensaje por materan1 el Lun Ene 09, 2017 9:27 pm

Buenas noches

Uno de los mejores temas del foro, felicitaciones hermano.-
entonces que tanto influye el plano espiritual en nuestras vidas o en este mundo??

Es un tema que dice mucho en pocas palabras.. cheers
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Re: Los "alimentos vivos" de los Espíritus de las tinieblas

Mensaje por Alianza Naiguatá el Mar Ene 10, 2017 1:43 am

Saludos [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Este es un tema fundamental para entender y enfrentar una parte de la relación que se establece entre los "vivos y los muertos".

Con respecto a tu pregunta: «entonces ¿qué tanto influye el plano espiritual en nuestras vidas o en este mundo?», en la cuestión número 459 del Libro de los Espíritus dice lo siguiente: «¿influyen los Espíritus sobre nuestros actos y pensamientos? - A ese respecto su influjo es mayor de lo que creéis, porque son sobrada frecuencia son ellos los que os dirigen». Hay un dicho popular que reza "no se mueve una hoja del árbol sin el consentimiento de Dios". Por lo que la vida humana es arquitectura meticulosa y premeditada de una Voluntad Superior.

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Re: Los "alimentos vivos" de los Espíritus de las tinieblas

Mensaje por Espiritista el Mar Ene 10, 2017 5:22 pm

Excelente tema estimado hermano [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], gracias por compartir esas experiencias personales, definitivamente hace falta valor para hacerlo, hay que reconocerlo, usted ha abordado un importante tema para la reflexión.

Usted toca puntos aquí que nos afectan a todos, definitivamente no es un caso aislado, como seres humanos estamos expuestos al mismo ambiente con sus respectivas particularidades personales.

Hay un punto que en el que quisiera profundizar y es el hecho de que a pesar de las influencias externas que ciertamente hay, las condiciones del medio han sido establecidas para que dispongamos del poder de tomar decisiones, y aquí es donde está la clave, tenemos ese poder, ceder el poder no es excusa para liberarnos de la responsabilidad, pues se nos concedió a nosotros, e incluso cuando lo hemos cedido en alguna oportunidad podemos retomarlo por derecho.

Creo que precisamente eso es a lo que se referían las escrituras cuando dicen que éramos “esclavos del pecado”, y digo éramos porque fuimos liberados por Jesús, El pagó el precio de este mundo por nosotros y ahora podemos ser libres aquí si aceptamos a Jesús y creemos en lo que hizo por nosotros. Y para conservar nuestra libertad nos enseñó la manera de mantenerla y nos advirtió de como la podíamos perder.

Pero tendemos a caer en la esclavitud cuando entregamos ese poder, y cuando eso pasa nos sentimos infelices, vacíos y desconectados. Muchas veces tratamos de llenar el vacío sumergiéndonos en el mundo material, pero tampoco allí podemos llenar el vacío,  ese vacío solo puede llenarlo la Luz y la fuente infinita de Luz es indiscutiblemente Dios.

Es importante trabajar diariamente en nuestra relación con Dios, mas ahora en estos tiempos donde todo avanza y cambia tan rápido que si no nos detenemos a reajustarnos y reenfocarnos fácilmente somos arrastrados por la vorágine de circunstancias que envuelven nuestra humanidad actual. Ya comunicarnos con Dios una vez a la semana se hace insuficiente en un mundo donde el estrés se puede apoderar de ti en cuestión de horas (quizás de minutos), hay que detenerse, respirar, reenfocarnos, siempre les recomiendo a las personas que atendemos que necesitan crear sus propios rituales de reenfoque diarios.

Y no hablo de echarse ramosos diariamente, trivializar los rituales de limpieza les resta poder, hablo de mecanismos para reenfocarnos, hablo de nuestro trabajo interno, reprogramar nuestro chip, vaciar nuestra memoria RAM, esa relación con Dios diaria es lo que puede hacer la diferencia entre sucumbir ante la acumulación de las emociones y navegar por encima de ellas.

La oración es un arma muy poderosa, que ya no está muy “de moda”, pero que se hace necesaria una vez que creas el hábito y la haces parte de tu vida, hacer el ejercicio de recordar diariamente todas las bendiciones que recibimos es algo también muy poderoso, el AGRADECIMIENTO, por todas las bendiciones que son muchas, hoy abrimos los ojos de nuevo, estamos respirando, podemos aprender, experimentar, sentir, el solecito nos calentó, cosas que generalmente se pierden de vista cuando nos enfocamos en observar solo las circunstancias negativas.

Otra cosa que nos daña mucho es el palabra cuando la usamos mal, cosa más dañina que maldigamos como modismo de nuestro dialecto, lo terrible que es maldecir y lo fácil que lo hacemos por cualquier cosa, una persona que maldice atrae maldiciones, ¿Acaso olvidamos que cosechamos lo que sembramos?, deberíamos eliminar esa palabra para siempre de nuestro vocabulario. Y a los que le preguntas ¿Cómo estás? y te dicen… “Mal”… olvidando que tienen techo, que comieron hoy (mientras muchos no han podido), que puden ver (mientras otros no)  y que sus hijos están sanos. Cuando uno le pregunta lo mismo a un Espíritu de Luz de esos viejos sabios Chamarreros algunos te dicen “de bien pa’ lante” a pesar de que están muertos.

Por eso la Luz no es asunto de un rato, es una forma de vida, hay que crearse hábitos positivos, hay que saber aprender a manejar la palabra, hay aprender a orientar los pensamientos, desechar el egoísmo en todas sus facetas, para poder encarrilarnos en esa fuente de vida que es el Amor, del que hablaba Jesús y estableció como su mandamiento principal.

La felicidad no es una meta hermanos, es más bien algo como una vibración, donde podemos acceder y estar cuando queramos y decidamos, incluso en este mismo instante, no es algo que se logra cuando tengas X cosa o cuando llegues a Y nivel, es algo que puede ser parte di ti en cualquier circunstancia, pues las circunstancias son solo cosas temporales, las esencias puras de la vida son eternas y no son materiales.

Retomando el corazón de su escrito, es importante conocer la influencia del mundo invisible sobre nuestra realidad terrena, es importante conocer que hay poderes invisibles que ejercen una fuerte influencia sobre nosotros, pero no debemos ceder el poder, al momento que entregamos la responsabilidad de lo que pasa en nuestras vidas a otros seres o las circunstancias, perdemos el poder de tomar decisiones y el poder de cambiar, perdemos el poder de diseñar nuestras vidas y nos convertimos en pequeños barcos de madera que la corriente arrastra donde quiere.

Estar en la Luz es algo proactivo, requiere esfuerzo constante, por ejemplo, ¿Que es la energía?, lo conceptualizamos como “la capacidad de realizar un trabajo”, ¿Entonces cómo se pone en movimiento?, pues realizando el trabajo, la capacidad sin trabajo es potencial perdido.

Es importante el conocimiento de las leyes del mundo, es importante el conocimiento de las fuerzas que interactúan con el mundo y de cómo lo hacen, pero no hacemos nada con entender teóricamente cómo funcionan las cosas, hay que digerir ese conocimiento y aplicarlo, evitando la gula y trabajando más en sacar el mejor provecho a través de la práctica, porque el dicho no dice “el conocimiento hace al maestro”,  dice “la práctica hace al maestro”, y la gente sencilla y humilde que no ha leído grandes postulados filosóficos igual intuyen que es lo correcto y lo ponen en práctica, porque Dios está en sus corazones y no necesitan que alguien les hable de El.

Los que profundizamos en el conocimiento también corremos muchos riesgos, no es fácil separar el trigo de la cizaña, y el trabajo no puede ser solamente de instrucción y razonamiento, requiere un esfuerzo en cuanto a “la alquimia” de nuestro espíritu, requiere que trabajemos nuestras limitaciones y defectos, y que desarrollemos nuestras virtudes, recordemos lo que dijo Jesús…

“Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes, y por revelárselas a los que son como niños. Sí, Padre, ¡te agradó hacerlo de esa manera!

Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo”.

Luego dijo Jesús: “Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana” Mateo 11:25-30 NTV


Luz brillante en sus caminos!

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Re: Los "alimentos vivos" de los Espíritus de las tinieblas

Mensaje por Alianza Naiguatá el Mar Ene 10, 2017 6:54 pm

Saludos [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
 
Muy de acuerdo con sus palabras.
 
Pese a haber sido liberados de la "esclavitud del pecado" y los grandes esfuerzos realizado conjuntamente y de manera masiva por la espiritualidad de todo el mundo por advertir y transmitir los preceptos morales más saludables al Espíritu, de generación a generación observamos una involución que rebobina la historia y retorna a la humanidad de manera cíclica a ese periodo de "esclavitud" una vez más, pues, como bien señalan tantos pasajes del evangelio, se habla de una generación perversa, cuyas obras son la anti-tesis de Dios y que confunde la luz con la oscuridad haciéndose llamar a lo malo bueno y lo bueno malo, afianzando la supremacía de las "potencias del mundo" sobre el control de la vida humana sumergiendo al individuo en una agonía para el Espíritu.
 
Y siendo irrefutable en el contexto literal y alegórico el "sacrificio de liberación" por Jesús, hay que reconocer también el antecedente de los hombres que transmitieron una enseñanza liberadora situados en el tiempo en que se podían comprender y que no trascendieron superando su propia época pero que prepararon al mundo para las enseñanzas venideras. A su vez, reconocer la reproducción de este "sacrificio liberador" en la vida de cada uno de los mártires de la espiritualidad, que a semejanza de Jesús han pagado su precio a través de la persecución, maltratos, difamación, miseria, y muchos han muerto por esa causa incluso dentro del seno de las propias instituciones que se ocuparon de transmitir y mantener viva las ideas de Jesús como su imagen. En el campo del escepticismo, los adheridos al ateísmo fanático rechazan la hipótesis de "salvación", pues, en el aspecto literal niegan la realidad abstracta de la iconografía que sitúa a un hombre descendiendo sobre una nube y elevando a todos a los cielos, sin embargo, si tuviesen la capacidad de extenderse más allá de los límites de su razón y desglosan el simbolismo sapiente que hay detrás de la gran mayoría de afirmaciones de orden sacrosanto en la liturgia religiosa, deducirían que todo cuando sucedió de malo a estos hombres constituyó el precio y sacrificio, y a qué se refiere la salvación muy bien explicada y comprendida entre los que dentro de su estudio contemplan la simbología y aprenden a leerla desarrollando amplias tesis teológicas de términos básicos que hoy se enseñan como dogma de fe pero que deben meditarse y entenderse para dejar de refutarlos por la racionalidad escéptica que mantiene vivo el divorcio del hombre con los instrumentos para su propia emancipación.
 
"Los reyes y potencias del mundo" se han servido durante la historia del mundo de la ignorancia para mantener su imperio en crecimiento y garantizarse el subsidio. Del mismo modo que en el mundo impusieron su tiranía exigiendo el pago de impuestos habiendo garantizado nula calidad de vida a los lugareños de todas las civilizaciones maltratadas históricamente, así mismo confabulan para acostumbrar en los días actuales al hombre al crimen y la pasión para continuar cancelando la mensualidad por mantenerse viviendo en el mundo profano. Eso con dolor, a sabiendas de que exaltan la figura de Moisés siendo faltos de su carácter que se alzó sobre estos "reyes" y humilló a las "potencias" que les acompañaban promoviendo el éxodo del pueblo hebreo y perpetuando el monoteísmo; idolatran a Jesús, faltos de las virtudes necesarias para integrarse a las "potencias del cielo"; luego idolatran a los sucesores de Jesús, los cuales pagaron el mismo precio que él en múltiples ocasiones y que se negaron perpetuamente a las "potencias sobrenaturales" recibiendo terribles castigos por su rebeldía, no obstante, Dios les concedió la autoridad para arrodillarlos y dejar evidenciar al mundo que tales huestes no tienen mayor poder que aquel que le conceden los propios hombres de rodilla ante ellos.
 
Mientras el hombre siga alimentando el submundo y cediendo a las órdenes de estas "potencias del mundo", practicando y transmitiendo sus anti-valores, seguirá reinando sobre la Tierra el abominable gobierno de estos pobladores de las regiones inferiores del mundo espiritual.
 
Como usted ha dicho, no se trata de una obligación sino de leyes que vibran en conveniencia a nuestra salud y que de hecho nos convendría situarnos en sintonía con ellas para nuestro propio beneficio. Se lee por ahí que "cuando hacemos bien, a nosotros nos lo hacemos" y así es con todas las cosas que salen de nosotros como extensión de una voluntad originada primero en el Espíritu o Alma humana.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.
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